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¿Zapatos para bebés y niños?

¿Zapatos para bebés? Hay que tener en cuenta una máxima, los niños antes de los 8 meses de vida deben usar lo menos posible zapatos porque el desarrollo óptimo de sus pies les pide ir descalzos en la medida de lo posible.

¿Zapatos para niños? Si, pero se debe reducir su uso, siempre que se pueda, hasta los 3 a 5 años y optar por un tipo de calzado que respete las necesidades de la etapa en la que se encuentra.

Para ilustrarte en la importante tema que tratamos hoy en el blog de Babysalus, vamos a recabar información de podólogos de prestigio internacional y de Julián López, el dueño y gestor del ecommerce de calzado www.zapatoscastilla.com

No te vayas todavía, ahora empieza lo bueno.

Calzado para bebés

En nuestra sociedad del consumo muchas veces  se priorizan factores más emocionales y estéticos que de salud. Si hemos de atender presupuestos saludables debemos considerar que el correcto desarrollo de un bebé (sobre todo si no ha comenzado a andar) requiere que esté el mayor tiempo posible descalzo. Evidentemente, en condiciones que lo permitan, sobre todo en el hogar .

Veamos qué dice la podóloga Jara Inglán Otal:

Los bebés tienen una sensibilidad especial en los pies que les ayuda a relacionarse con el mundo. Estas extremidades les permiten (sobre todo para los bebés preandantes) conocer dónde están y los límites del espacio que ocupan además de que con ellos recaban información relevante sobre la textura, la temperatura y otras características del suelo y del entorno. Un zapato supone una barrera para esa sensibilidad especial.

El hecho de evitar los zapatos en los bebés también obedece a una cuestión relacionada con su desarrollo fisiológico. La expresidenta de la Asociación Estadounidense de Podólogos de Mujeres, Laura Jana, comenta al respecto:

Una vez que el niño comienza a dar sus primeros pasos es necesario que vaya descalzo, si no es posible, debe optar por zapatos flexibles para que el correcto desarrollo de músculos y huesos evolucione adecuadamente. Todo ello porque en estos bebés se está formando los arcos longitudinal y transverso del pie.

Además de lo dicho hasta ahora hemos de tener en cuenta que los dedos de los pies ayudan a equilibrar la pisada del bebé.

Por todo ello, es necesario superar un antiguo y dañino prejuicio que consideraba que lo mejor era calzar a los bebés preandantes con botas rígidas para afianzar la posición del pié y ofrecerle una mayor estabilidad. Nada más lejos de la realidad.

Los huesos que conforman el pie de los bebés van a terminar de endurecerse cerca de los 5 años y van a seguir creciendo en la adolescencia, por lo que un calzado excesivamente rígido puede entorpecer el correcto desarrollo de sus pies.

Recomendaciones para comprar zapatos para bebés

El bebé que todavía no anda debe caminar descalzo o con calcetines. Pueden usar zapatos de tela que les aseguren los calcetines siempre que sean cómodos y cuyos cierres no pincen la piel del niño.

El bebé que comienza andar va a encontrar en los calcetines antideslizantes con agarraderas de goma el mejor aliado para desplazarse sobre sus pies y mantenerlos limpios, calientes y protegidos.

Conforme este bebé se hace mayor, esos puntos de goma se pueden transformar en una suela lo suficientemente flexible para que pueda doblarse por la mitad y/o girarse por completo sobre su eje.

Tipos de materiales recomendados. La goma es preferible en la suela a otros materiales porque resbala menos; en la parte superior del calzado, materiales suaves y cómodos.

Los zapatos con punta cerrada son los más indicados porque los niños suelen arrastrar los dedos de los pies y hay que evitar zapatos abiertos en la punta para evitarles daños.

Zapatos para niños

Ya tenemos unas nociones claras de cómo elegir el calzado en el proceso de paso de bebés a niños: se debe priorizar andar descalzos siempre que podamos (en niños, las zapatillas y zapatos sólo deben usarse unas pocas horas diarias) y, si hemos de optar por un calzado, debemos elegir la máxima flexibilidad inicial desde que son unos meros bebés e ir optando por una rigidez creciente en el camino de convertirse en niños.

Son fundamentales las visitas de control a los podólogos para evaluar cómo evoluciona el desarrollo de los piés del niño y descubrir posibles problemas. Estos profesionales te van a asesorar convenientemente para elegir el calzado adecuado para tu hijo.

El factor a tener en cuenta es la comodidad. Los niños más pequeños no suelen comunicarse de forma óptima con los padres por lo que hay que adelantarse y observar atentamente sus expresiones de molestia o dolor producida por el calzado.

Algo muy importante es establecer la talla del niño y no confiarse, hay picos de crecimiento muy pronunciados que hacen que, en poco tiempo, los zapatos les puedan quedar pequeños que es de las cosas peores que puede ocurrir en el calzado para niños. Puede haber crecimientos trimestrales de más de 8 mm.

Para ello se deben comprar los zapatos algo grandes pero no demasiado. La medida de un pulgar, en torno a 1 a 1,5 centímetros, entre la zona del talón y el borde del zapato es una medida óptima. Cuando el dedo gordo se acerque al final dejar de usar el calzado.

En el calzado de las niñas debe reducirse los tacones a la mínima esencia, se debe priorizar el equilibrio y una correcta higiene postural de piernas y espalda.

Es preferible usar zapatos que cubran por debajo los maleolos y, de usar botas, deben ser muy flexibles para favorecer el juego de movimiento del tobillo.

Hay que evitar chanclas y otros calzados sin cordones ni velcros con poca capacidad de agarre del pie, lo que favorece la inestabilidad de la pisada y un sobreesfuerzo de los dedos de los pies.

Los zapatos para niños deben estar confeccionados con materiales naturales como la piel, el cuero y tejidos vegetales que deben ser bastante transpirables.

Consejos para comprar calzado para niños

Hablamos con Julián López de Zapatos Castilla para que nos ofrezca algunos consejos en la compra de los zapatos para niños.

  • Nada de compartir el calzado entre niños. Sobre todo los que se empleen más de seguido, deben ser de un solo uso. El zapato se desgasta y toma forma del tipo de pie del niño.
  • Julián insiste en algo que venimos hablando a lo largo de este post: hay que medir el tiempo de uso de los zapatos en el niño, tener en cuenta que al final del día los pies podrían estar un poco más hinchados. Nunca olvidar de descalzarlos entonces.
  • Es fundamental que el niño se pruebe bien sus zapatos. Que camine y salte en el lugar de la compra y después al llegar a casa. Ni la estética, ni el poder de las marcas, la máxima siempre debe ser la comodidad.

Después de todo lo dicho te queda a ti enfocar la elección del calzado para niños y bebés desde la racionalidad y, por supuesto, el amor. Si te vale la sabiduría popular nos gustaría despedirnos con un dicho que resume fielmente muchas de las cosas que hemos hablado en este post: “pies descalzos, pies felices”.